Angélica L. Cota
LAS PECAS DE TU PIEL
Las pecas de tu piel y yo nos conocimos un verano. Las pecas de tu piel saben a dulce y a café. Las pecas de tu piel me multiplican cada día con mi afecto. Las pecas de tu piel escuchan mi tragedia y ellas me abrazan para volver mi vida una comedia. Las pecas de tu piel me cantan historias del pasado. Las pecas de tu piel riman en exceso con los lunares de mi cuerpo.
Las pecas de tu piel tienen tres o cuatro tonos como el mío, las pecas de tu piel se ocultan con el maquillaje para nuestras citas. Las pecas de tu piel se convierten en mi cama al anochecer, las pecas de tu piel son torbellinos por las mañanas. Las pecas de tu piel nunca tienen frío. Las pecas de tu piel conocieron antes rostros, pero ninguno con los lunares del mío. Las pecas de tu piel bailan un vaivén de enamorados.
Las pecas de tu piel se sacuden con tu risa, las pecas de tu piel se sonrojan cuando me miran. Las pecas de tu piel se saben tres secretos míos, las pecas de tu piel se pierden en mi piel. Las pecas de tu piel sueñan conmigo, las pecas de tu piel han memorizado mis caricias. Las pecas de tu piel se han tatuado mi nombre, las pecas de tu piel se han tatuado en mi alma.
Las pecas de tu piel tienen frío; las pecas de tu piel discuten porque se acaba el verano. Las pecas de tu piel se han vuelto inseguras por otras pieles, otros rostros y otros lunares; las pecas de tu piel no entienden que antes de ti nunca había contado pecas en las pieles de nadie.
Las pecas de tu piel no creen que son en total doscientos cinco; las pecas de tu piel tiemblan de miedo y frío. Las pecas de tu piel saben a lágrimas saladas; las pecas de tu piel gritan palabras como tiempo y distancia. Las pecas de tu piel crean drama en mi tragedia.
Las pecas de tu piel y yo nos olvidamos.
Las pecas de tu piel…
las pecas de tu piel…
¿Tenía pecas tu piel?